OTRO CASO MÁS DE PREPOTENCIA Y ABUSO DE AUTORIDAD
27-mayo-2013
Por: Redacción
Una vez más la administración de Javier Margarito Serrano impacta negativamente en la imagen de nuestra Universidad Autónoma del Estado de México. Prepotencia
Fue el día 14 de abril cuando en pleno uso del derecho de libre asociación se reunieron, alumnos de las diferentes licenciaturas de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEM, en el estacionamiento de dichas instalaciones para acordar los puntos de la reunión que se llevaría a cabo entre alumnos y director. Todo parecía ir bien hasta que al lugar irrumpió la servidora universitaria Adelaida Rojas García Coordinadora de la Unidad de Planeación y Evaluación, para intentar disuadir la reunión pacífica entre estudiantes bajo el pretexto de ser enviada por el director para aclarar algunos asuntos e invitarlos al auditorio de la facultad a continuar su asamblea (una táctica que tiempo atrás dio resultado en otra reunión estudiantil de la licenciatura en educación), fue amablemente agradecida su invitación pero no aceptada por los alumnos.
Habiendo fracasado en su primer intento, se retiró del lugar , pero para regresar acompañada de otros servidores universitarios pero ahora su abuso de autoridad, falta de honradez y prepotencia fueron sus herramientas para intentar reventar la asamblea estudiantil y no conforme con ello se lanzó dolosamente a arrojar acusaciones sobre uno de los representantes del grupo Ser Universitario, Augusto López, a quien señaló públicamente de falsear documentos de transparencia y por tanto documentos oficiales de la UAEM. A pesar de las múltiples solicitudes de los alumnos de no agredir y difamar, la servidora universitaria continúo abusando su cargo y sosteniendo sus declaraciones. Y por tanto actuando en representación de la misma UAEM ya que los actos sucedieron en su horario y lugar de labores.
Por su parte el alumno señalado documento en video lo acontecido, y en el mismo demostró por medio del documento oficial en cuestión que Adelaida Rojas mintió dolosamente. También dejó la solicitud pública para que el director tomara cartas en el asunto, pero a más de un mes de los hechos su silencio impera y la servidora pública continúa en su puesto, al cobijo de la protección de quien la ha favorecido con el cargo.
Ya el gobierno federal mando un mensaje claro y contundente de la línea que habrá de seguirse en casos en los que familiares de los servidores públicos o los mismos servidores públicos cometan abusos de sus funciones y desgasten con su mal proceder la imagen de las instituciones.
De lo anterior se desprende la pregunta obligada en este caso ¿por qué las autoridades de la UAEM solapan este tipo de abusos?
Cuando un alumno comete una falta por mínima que sea se le aplica el reglamento y la sanción correspondiente, ¿Por qué en los servidores universitarios se permiten y toleran las prácticas contrarias a los principios universitarios?
Sólo queda la esperanza de que el actual rector, quien en este momento ya vio el video que documenta lo sucedido tome medidas al respecto. Y se espera no sean menores a las que puso de ejemplo el gobierno federal, pues creemos que en este tipo de asuntos la UAEM debe ser quien dé el ejemplo.