«La libertad de expresión es algo tan grande que no cabe en los cerebros estrechos. Por tanto, el excedente se desborda convertido en algo evidentemente nauseabundo». Roberto Gómez Bolaños
Seguramente habrá un hermoso discurso por parte de las autoridades universitarias para transmitir la idea de que la UAEM es garante del derecho a la libertad de expresión
Pero nosotros preferimos compartir con ustedes un compendio de casos que dibujan, en el proceder de servidores públicos de la Universidad, un perfil que echa por tierra los rancios discursos.
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Albergamos la esperanza de que la sensatez pronto esté por encima de los procederes que han llevado a poner cortapisas a las voces de universitarias y universitarios que piensan diferente a los servidores públicos que ocupan cargos de poder en la UAEM, y con ello poner de nuevo en buena ruta a la Universidad. Para lograrlo no se requiere de dinero ni de reformas de Ley, exige la valentía institucional de ser humilde, reconocer los abusos de poder que se han utilizado para golpear el derecho de otros a pensar, a opinar, a expresarse diferente. Además reparar los daños causados por administraciones pasadas y la actual. En tal acción habría un verdadero mensaje, el de estar superando el falaz discurso de garantes de la libertad, para hacer tangible la defensa y protección de la libre expresión en la UAEM.
Augusto López Velasco
