A punto de cumplirse el aniversario número 46 de la muerte de Salvador Allende en las primeras horas del golpe de Estado que lo derrocó, el expresidente chileno fue recordado en el Congreso mexiquense por el diputado morenista Mario Gabriel Gutiérrez Cureño, quien lo consideró “uno de los políticos socialistas más importantes de América Latina de finales del siglo XX”, después de Fidel Castro o Ernesto Che Guevara.
Salvador Allende, dijo el legislador en tribuna, es un símbolo de la democracia y la libertad. Su proyecto democrático “rindió fruto en la vida política de la América Libre y hoy, los que construimos esta Cuarta Transformación, donde el pueblo de México nos dio la oportunidad de dirigir esta gran nación y este Congreso, llevaremos en nuestros hombros la responsabilidad de hacer bien las cosas, pues, como dijo Salvador Allende, la historia es nuestra y la hacen los pueblos”.
Salvador Allende, quien inspiró la corriente izquierdista democrática latinoamericana y afirmó que “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, destacó Gutiérrez Cureño, nació en 1908 y tuvo una larga y destacada carrera política que comenzó en sus tiempos de estudiante de medicina en la Universidad de Chile; en 1933 participó en la fundación del Partido Socialista de Chile, del cual fue secretario general.
En 1970, Allende llegó a la casa presidencial de La Moneda apoyado por una agrupación de partidos de izquierda, la Unidad Popular. “Por primera vez en la historia, y causando expectación en el mundo entero, un político socialista y marxista llegaba al gobierno a través de la votación popular”, apuntó.
Su gobierno inició entonces una experiencia difícil y única: llevar al país a transitar por la vía democrática hacia el socialismo. En este sentido, agregó el congresista, fue significativo que una de las pocas leyes aprobadas en el Parlamento fuera la nacionalización de la gran minería del cobre. Sin embargo, la naturaleza radical de este programa de gobierno despertó una frontal oposición tanto en el interior del país como en el exterior.
El programa de gobierno de Allende incluyó la construcción de un Estado popular y una economía planificada de corte estatal, que finalizaría en 1973, con el golpe de Estado perpetrado por la Junta Militar conducida por Augusto Pinochet para instaurar una dictadura apoyada por Estados Unidos.
Con este pronunciamiento, apunto el diputado, “quiero rendir homenaje a este luchador social que combatió hasta la muerte al sistema opresor de ciudadanos libres de América Latina”.