Pocos símbolos logran sintetizar con tanta fuerza la misión de un medio como el Pegaso que hoy identifica a PrensaUniversitaria.press. Este caballo alado, nacido de la mitología griega, aparece aquí no como ornamento, sino como una declaración de principios: rebeldía, espíritu crítico y libertad.
Este Pegaso evoca el poder de la imaginación, que rompe fronteras y de la razón, que eleva el pensamiento. Sus alas verdes y doradas, representa la esperanza universitaria y la luz de la verdad que ilumina incluso en zonas de opacidad institucional. Su porte indomable recuerda que la palabra crítica nunca se deja domesticar.
Sin embargo, en un contexto en el que los convenios de difusión institucional suelen ser interpretados como limitaciones a la independencia, surge una pregunta: ¿puede un medio de comunicación como este, mantener su autonomía editorial cuando colabora con una institución pública? La respuesta es clara: sí, y más aún, debe hacerlo.
La independencia periodística no se define por la ausencia de vínculos, sino por la integridad con que se ejercen. Un convenio de difusión es, en esencia, un acuerdo administrativo con clausulas claras, que permite dar visibilidad a las actividades académicas, culturales y sociales de la institución. Pero ello no significa que se transfiera el control de la línea editorial. La diferencia radica en la transparencia: señalar qué es comunicación institucional y qué es periodismo crítico.
La Constitución mexicana lo respalda de manera inequívoca. El artículo 6 establece que “la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa”, y el artículo 7 garantiza que “es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio”. Estos principios, reforzados por tratados internacionales como el Pacto de San José, imponen un mandato: ningún convenio puede estar por encima de la libertad de expresión ni de prensa.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que el Estado puede financiar medios de comunicación (por ejemplo, públicos o universitarios), pero eso no implica control sobre su línea editorial. El financiamiento o convenio se entiende como un instrumento de apoyo, no de censura.
Así, este medio informativo ha asumido con claridad su papel. Sí, puede colaborar con entes públicos en la difusión de sus actividades, dejando siempre claro que esa colaboración se apega estrictamente a lo que está establecido en el convenio de servicios, por lo tanto, nunca será sinónimo de sumisión. Por el contrario, fortalece la misión de un periodismo independiente que, en este caso, reconoce su raíz universitaria, pero que no duda en señalar, investigar y cuestionar cuando la comunidad lo requiere.
Es por lo anterior que el Pegaso no es sólo un símbolo estético, sino la representación de un compromiso: el de una prensa que cabalga firme, libre y crítica, al servicio de la comunidad universitaria y de la sociedad. Con su rostro altivo y sus alas luminosas, recuerda que PrensaUniversitaria.press debe ser libre como el vuelo, crítica como la mirada que no se conforma y luminosa como el oro que no se oxida ante la adversidad.
En tiempos donde la censura adopta formas sutiles, PrensaUniversitaria.press reafirma su compromiso y su independencia.