Por: Marco Antonio Gutiérrez Martínez, alumno de octavo semestre de la Licenciatura en Historia, Facultad de Humanidades, UAEMéx.
La democracia, en el discurso de las autoridades universitarias, tiene un papel fundamental. Para evidenciar lo anterior, puede observarse el Primer Informe Anual de Actividades de la Universidad de la gestión del actual rector Alfredo Barrera Baca, donde menciona a la democracia, la justicia, el pluralismo y la identidad como principios generales que guían el quehacer institucional (pág. 218). En el mismo documento encontramos que la “Búsqueda de la verdad, humanismo, pluralidad, autonomía, libertad, transparencia, honestidad, sustentabilidad, responsabilidad, democracia, identidad y justicia son nuestros valores” (página 28).
Para desgracia de nuestra universidad, la democracia como principio que guía a la institución aparece únicamente en el discurso, ya que en la realidad, las prácticas políticas son de tendencia autoritaria, donde la elección recae en el rector de turno y en una cúpula selecta llamada Consejo Universitario.
La designación de director de organismo académico, centro universitario UAEM o plantel de la Escuela Preparatoria, en la actualidad es competencia, de acuerdo a la fracción II del Artículo 21 de la LEY DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO, del Consejo Universitario. Mi propuesta es que dichos cargos sean electos de manera directa, a través de elecciones libres, limpias y competidas.
Actualmente, los LINEAMIENTOS QUE REGULAN EL PROCESO DE ELECCIÓN DE DIRECTOR DE ORGANISMO ACADÉMICO, CENTRO UNIVERSITARIO UAEM Y PLANTEL DE LA ESCUELA PREPARATORIA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO establecen, en su Capítulo séptimo, que se someterá el o los candidatos a auscultación en el Organismo Académico, Centro Universitario UAEM o plantel de la Escuela Preparatoria de que se trate. Sin embargo, en los Artículo 32 y 33 del Capítulo octavo dicen que los únicos que realmente votan son los Consejeros Universitarios, es decir, la elección es cupular más no popular.
El cambio de auscultación por una elección directa no representa un incremento presupuestario, ya que en la actualidad se imprimen papeletas especiales en las que los alumnos participamos en la auscultación.
Pero, ¿Para qué realizar elecciones democráticas en los Organismos Académicos, Centros Universitarios y planteles de la Escuela Preparatoria? Para crear en los jóvenes una cultura política de participación activa, donde las autoridades tienen el respaldo de la mayoría de los estudiantes. No podemos crear una cultura política nacional democrática, exigencia de la coyuntura política que estamos viviendo, cuando en las escuelas las practicas continúan siendo autoritarias. Además, cómo se les puede exigir, como alumnos, como profesores, como administrativos, a las autoridades de cada plantel, cuando no nos rinden cuentas a nosotros y no deben su puesto al respaldo de las mayorías, sino que rinden cuentas a una cúpula que los colocó, en muchos casos, arbitrariamente, en su cargo.