El aumento de estrés, ansiedad y desesperación en las personas son algunas de las afectaciones palpables que generó el aislamiento físico derivado de las medidas sanitarias por la pandemia de COVID-19, afirmó el coordinador del Centro de Estudios y Servicios Psicológicos Integrales (CESPI) de la Facultad de Ciencias de la Conducta (FaCiCo) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Alejandro Gutiérrez Cedeño.
El investigador manifestó que la ansiedad fue una de las emociones que más se registró en los estudiantes, sobre todo en aquellos de nuevo ingreso, que por cuestiones de la contingencia sanitaria no pudieron conocer físicamente a sus compañeros de grupo.
“En el tema educativo, en los primeros años de todos los niveles, a un año de tus estudios de licenciatura y sin saber quiénes son tus compañeros, provoca desesperación, angustia, preocupación y estados de ansiedad”, sostuvo.
Indicó que con el relajamiento de las medidas sanitarias y con el semáforo epidemiológico en verde, también se prevé un desbordamiento de la socialización de grupos de amigos y familias que dejaron de verse físicamente, que solo mantuvieron un contacto virtual, lo cual podría provocar una nueva ola de contagios.
Consideró que, al ser también centros de socialización, en las escuelas el regreso debe ser paulatino. “La alta socialización que hay en las aulas también abre la posibilidad a los contagios y la idea es no desesperarse, aproximarse paulatinamente a los escenarios más riesgosos y generar condiciones favorables de aprendizaje”, sugirió Alejandro Gutiérrez Cedeño.