Por: Verónica Landeros Flores, Facultad de Ciencias Agrícolas UAEMéx
En la Facultad de Ciencias Agrícolas de la UAEMéx, los actores universitarios desarrollan su actividad educativa con limitaciones para la formación de agrónomos innovadores e incluyentes para la transformación del agro mexiquense y nacional.
Éstos se enfrentan a condiciones mínimas de seguridad para el trabajo e higiene; el equipo y material científico es obsoleto, deficiente e inadecuado, no especializado; los espacios (aulas, invernaderos, talleres industriales) para la práctica educativa insuficientes y desprovistos de equipo técnico idóneo; los recursos económicos escasos para el cumplimiento de las actividades universitarias (sustantivas y adjetivas), y por ende para el buen cumplimiento de metas, programas y procesos educativos innovadores y de alta tecnología. Los programas educativos se ejecutan con deficiencias estructurales y funcionales debido a la “inversión económica” inoportuna, insuficiente y sin estar acorde al modelo educativo institucional universitario, la consecuencia, la simulación al cumplimiento en procesos de acreditación universitaria.
Algunos de los Principales Problemas
La superficie agrícola inicial de la Facultad de Ciencias Agrícolas, ha sido usada como moneda de cambio político por funcionarios universitarios, de esta forma algunos predios agrícolas universitarios, hoy son propiedad privada. Además, las instalaciones que fueron donadas hace 45 años por el gobierno estatal a la UAEMéx con la finalidad educativa de formar ingenieros agrónomos han sido poco renovadas, no actualizadas y escasamente enriquecidas por la UAEMéx.
La población estudiantil del Campus Universitario “El Cerrillo” enfrenta la seguridad institucional universitaria en un contexto de violencia social cotidiana, primero por la ubicación de este Campus Universitario en zona geográfica de alto riesgo; segundo por feminicidios y robos frecuentes como usuarios de transporte suburbano, a pesar del transporte universitario “Potrobus”; tercero, pocas acciones efectivas de las autoridades universitarias para resolver estos problemas y sobretodo brindar seguridad a la población estudiantil frente a la delincuencia organizada (huachicoleros y narcotraficantes establecidos en la zona).
El otorgamiento de becas (licenciatura, maestría y doctorado) se autorizan “discrecionalmente” a alumnos seleccionados, “protegidos”; se dan a hijos de funcionarios universitarios usando el tráfico de influencias, modificando criterios de admisibilidad al programa académico en forma arbitraria; amparándose por la cercanía y afinidad políticas con las autoridades universitarias.
Los estudiantes y profesores becarios se enfrentan a la “institucionalización” de la “selección previa”, discriminación racial, social, política, económica y misoginia institucional para “definir” a los “becarios” en la UAEMéx, rebasando los umbrales de la razón, la ética universitaria, la equidad y el respeto que entre universitarios nos merecemos. Se ha registrado además, que el dinero comprometido de las becas para la superación académica no es entregado en tiempo y forma de acuerdo a los convenios establecidos; en la peor circunstancia, estos recursos son “robados” de las arcas universitarias por los funcionarios universitarios, pretendiendo obligar al becario pagar por cantidades de dinero (beca económica) que nunca le fueron entregadas.
En profesores y trabajadores, las políticas de contratación, estabilidad laboral, promoción y acceso a programas oficiales de mejoramiento académico, generalmente están asociadas al “tráfico de influencias”, “compadrazgo”, “amiguismo”, “aseguramiento del control político institucional” (compra o coacción del voto); que han afectado el cumplimiento de metas educativas en la calidad requerida frente a los grandes retos globales económicos y de criterios educativos para el siglo XXI.
Se ha impedido la libre expresión, se han atropellado los derechos laborales y se ha afectado la salud mental, física, social y económica de estos dos sectores; en casos extremos, inclusive por abuso de poder y negligencia de la autoridad universitaria, se ha expuesto a la comunidad universitaria al “peligro de muerte”. El acoso laboral y sexual, violación de los derechos constitucionales, humanos, universitarios y “abuso de poder institucional” se han instaurado en nuestra Facultad de Ciencias Agrícolas de la UAEMéx.
El valor de la “autonomía universitaria” ha sido empleada para proteger a los ladrones universitarios de “cuello blanco que han ostentado el poder” y que han participado en el uso, abuso, desviación y robo del dinero público, despojando de su patrimonio a alumnos, trabajadores y maestros.
Los trabajadores han sido defraudados en sus ahorros, y a pesar de que hay una denuncia penal ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México vinculada al robo de la caja de ahorro de los trabajadores del SUTESUAEM, las autoridades universitarias y de justicia competentes no han revelado públicamente los avances en esta materia, por lo que es necesario conocer el estado actual de esta investigación.
En conclusión los universitarios estamos cansados de la impunidad, de la corrupción universitaria, de la violación a los derechos constitucionales y universitarios, decimos si a la auditoria externa universitaria, supervisada por este Congreso Local y de esta forma asegurar el buen uso de los recursos económicos públicos para mejorar la calidad educativa universitaria y le damos la más cordial bienvenida.
Mensaje Final
Sr. Rector Dr. Alfredo Barrera Baca, usted, ante la comunidad universitaria juró cumplir y hacer cumplir la Ley de la UAEMéx y demás disposiciones que de ella emanan, condúzcase en los caminos de la verdad, NO FABRIQUE CHIVOS EXPIATORIOS, identifique a los verdaderos culpables de la grave situación financiera por la que atraviesa la UAEMéx y proceda en consecuencia.
Por la transformación de la Universidad Autónoma del Estado de México.