Información: Pastor Tapia.
Desesperado ante los pobres resultados que ha entregado a su comunidad, aunado a la nula capacidad de consenso político por su incapacidad y así como los escándalos financieros que tienen sumida a la UAEM en su peor época, su rector Alfredo Barrera Baca ya no siente lo “duro sino lo tupido”. La semana anterior ordenó de tajo la extinción del Fondo de Fomento y Desarrollo de la Investigación Científica y Tecnológica (FONDICT).
Baca anuncia esta decisión en medio de un polémico escenario por el que busca impulsar una serie de reformas a la ley de la Universidad, mismas que en caso de aprobarse por el poder Legislativo, le permitirían reelegirse al frente de la institución. Al respecto el ejecutivo estatal ya le dio la espalda. Pero, esto no es todo, trae pleito cazado por el presidente de la Junta Coordinación Política de la 60, Maurilio Hernández.
Con el cese del ahora ex titular del FONDICT, Erick Torres Mulhia, todo indica será el chivo expiatorio que Baca necesita, pese a que el operador de todos los convenios, contratos y opacidades, es desde hace más de 6 años el Secretario de Finanzas, Javier González Martínez.
Nos da la impresión de que la extinción del FONDICT ya había sido agotada por la anterior administración universitaria; lo que no se explica porque Baca decidió otorgar cuando menos dos años más de vida a este fideicomiso donde se continuó celebrando importantes convenios con instancias externas como el Tribunal de Justicia de la Ciudad de México.
Sería interesante conocer el o los nombres de los servidores públicos que haciendo uso de sus atribuciones, están involucrados en la firma de convenios durante este periodo. Por lo pronto el jurídico de la UAEM deberá prepararse para enfrentar una seria de demandas anunciadas por decenas de trabajadores adscritos al FONDICT, quienes, por diferentes correos a esta columna, anuncian que no están dispuestos a perder su fuente de trabajo por la ineptitud de Baca y demás inútiles. Al tiempo.
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