C O M U N I C A D O
A los compañeros estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de México
A los medios de comunicaciones nacional y regional
A los colectivos feministas y de lucha estudiantil y popular
A la sociedad en general
En fechas recientes el rector de la UAEMex Alfredo Barrera Baca, en complicidad con el H. Consejo Universitario han criminalizado y estigmatizado la lucha estudiantil por medio de comunicados que no hacen más que amedrentar a los estudiantes organizados, así como dividir la opinión pública, en sus pronunciamientos han hecho empleo de conceptos como violencia y vandalismo sin entender que estos términos son distintos y no obedecen a la protesta estudiantil de nuestra universidad.
En una muestra clara del desconocimiento de los procesos que se tejen dentro de las movilizaciones sociales, algo imposible de entender viniendo de un sector que se presume académico, se acusa a la movilización estudiantil de vandalismo cuando este último obedece a una destrucción carente de cualquier objetivo, a daños o pintas aleatorias que solo tienen el fin mismo de destruir; sin embargo, lo visto el día 19 de marzo dista mucho de una violencia carente de finalidad, las paredes, las ventanas y los monumentos pertenecen a la rectoría de la Universidad Autónoma del Estado México, a la institución que da un seguimiento menor a un problema URGENTE como la red de pornografía que ha afectado a alumnas de la universidad y que fuera denunciada por estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Conducta, en donde ni el rector, ni sus académicos, ni sus Consejos, ni sus distintos medios digitales y facultades emitieron la cantidad de manifiestos y pronunciamientos que ahora realizan.
Somos enfáticos, ¡no es vandalismo! porque los actos realizados no fueron arbitrarios, fueron la rabia y la furia de saber que no hay soluciones concretas en las demandas realizadas y porque durante ese proceso de negociación se descubrió una red de espionaje dentro de la universidad, algo que incluso ha sido denunciado por medios como la Revista Proceso. El sentido de la protesta es hacerse escuchar y denunciar a una institución que no protege a sus estudiantes, pero que los espía. No se confunda señor rector, lo del pasado 19 de marzo no fue un evento vandálico para saquear rectoría o destruir un edificio por el simple hecho de hacerlo, fue una manifestación de que como institución fallaron a un nivel tal que el vínculo institucional no puede ser ya la respuesta, porque una red de espionaje dentro de la universidad no es negociable, porque la vida de alumnas y profesoras no es negociable, porque la criminalización de la lucha estudiantil no es negociable.
Los actos realizados en la última marcha estudiantil exponen así la necesidad de expresarnos en nuestros espacios más inmediatos, es una respuesta al desinterés explícito de las máximas autoridades universitarias a atender las invitaciones ya hechas en las primeras semanas de este mes por la comunidad universitaria organizada de diversos espacios.
El abandono es notorio, el señalamiento criminal y el doble discurso enmarcado por el rector, cuya autoridad no reconocemos, aún apela más a nuestro sentido de expresarnos en las acciones que nos resulten más inmediatas y que puedan encontrar eficiencia y pronta atención para su resolución.
Finalmente, denunciamos la apropiación cultural que ha realizado el rector del discurso feminista, en donde llama, para fortalecer su legitimidad institucional, a que la transformación de la universidad sea feminista, pero al mismo tiempo, en la búsqueda de reafirmar su poder (falogocéntrico) institucional, busca sancionar los actos de protesta mediante dispositivos punitivos que obedecen a un estado de derecho cimentado en raíces patriarcales, lo que deja claro que Barrera Baca no entiende y no entenderá la pugna feminista, una pugna que es desde su origen, aunque el rector no logre entender esto, eminentemente política.
Organización Estudiantil de Antropología