Mediante dos versiones escritas difundidas en Facebook un grupo de estudiantes de la Facultad de Humanidades expresa rechazo total al movimiento parista, acusándolo de perseguir fines personales y políticos, sin aportar evidencia alguna de su dicho. Además, y contrario a la supuesta intención de buscar el dialogo, el documento está cargado de reproches, descalificaciones y hasta un ultimátum para entregar las instalaciones el próximo 20 de junio de 2020.
En otro punto refieren que el paro ha generado diversas afectaciones académicas a quienes trabajan para poder pagar sus estudios, los foráneos que pagan renta, quienes cursan una última materia, los que egresan, quienes están en trámites de titulación o realizando servicio social y prácticas profesionales. Omiten en todo momento referir que la mayor parte de suspensión de actividades ha sido a causa de la pandemia por covid-19 y sin darse cuenta ponen en entredicho el discurso del rector ilegítimo y el secretario de docencia quienes han asegurado que ninguna actividad académica está en riesgo pues se han tomado las medidas necesarias para continuar actividades como clases, evaluaciones y titulaciones en línea. Por lo tanto, llama la atención la insistencia de culpar a los paristas de afectaciones por las que el director de la facultad y Marco Antonio Luna Pichardo deberían responsabilizarse.
Aunque algunos señalamientos coincidan con la realidad, el tono del discurso escrito es abundante en buscar eliminar el paro y escaso en la búsqueda del diálogo. Se esperaría que en lo venidero lo escrito coincida más con lo que verbalmente se ha expresado.
Si bien es cierto que también dirigen el mismo escrito a las autoridades, en ningún párrafo se exige con el mismo rigor que el rector cumpla con dar respuesta plena y satisfactoria (desde la óptica de los estudiantes) a cada uno de los puntos plasmados en el pliego petitorio, así como de atender todas las afectaciones académicas que están padeciendo, que según lo declarado por Alfredo Barrera y el secretario de docencia son en su totalidad imputables a la pandemia que estamos viviendo. Esto último se puede constatar con los últimos videos de los servidores públicos referidos.
Entonces queda la percepción de que, al no existir ninguna imputación directa a las autoridades y sí cargarle todo a los paristas (cosa que coincide con la línea del discurso de varios académicos provocada por las supuestas “mentiras” de paristas, pero que han sido ciegos, sordos y mudos ante la negligencia en la atención pronta de los puntos del pliego petitorio) la organización antiparista, en un descuido o en un acuerdo de sus representantes, pueda ser aliada de quienes son el verdadero motivo detrás del paro, es decir de autoridades que aseguraron que los paros se resolverían en horas pero que en la realidad no les han sido suficientes casi cuatro meses para resolver los paros en Humanidades y FaCiCo.
Se ha visto una nueva actitud entre paristas y autoridades universitarias, lo cual es de celebrarse. Lo único que debe procurarse es que cada respuesta se acompañe de la evidencia que sirva a las y los estudiantes para constatar los dichos de los emisarios de Barrera Baca. Pues, así como a los estudiantes no se les regalará calificación, tampoco a los servidores públicos comisionados se les tendría que regalar credibilidad a ciegas.