En entrevista exclusiva para el reportero Augusto López, Erick Plácido relató su versión de los hechos violentos registrados, el pasado 25 de septiembre, al interior del campus el Cerrillo de la UAEM.
Bueno, para comenzar nosotros salimos a comprar cena con las dos compañeras (alumnas), y cuando regresamos al Cerrillo y vimos a Emeterio caminando y como es mi jefe le pregunté qué pasaba, el cual me respondió que iba al Cerrillo porque se le había olvidado mochila. Entonces lo llevamos. Cuando llegamos a las instalaciones universitarias nos percatamos que había un vehículo Ford Fiesta gris con placas NNN 6620, tal como se puede constatar en el reporte de esa noche realizado por la guardia, que le permitió el acceso al vehículo, y que registró que ingreso Enrique Vázquez, el licenciado Valora y otras dos personas más que no se identificaron.
Decido primero dejar a las compañeras (alumnas) para para resguardo, y posteriormente regresar al acceso, para esto, el auto gris me comienza a seguir de una forma agresiva dentro del campus, en esos momentos no sabía que era Vázquez quien los perseguía. En una de esas, impacta mi vehículo en la parte de atrás, entonces las alumnas entran en pánico, en eso me detengo y es ahí que ellos bajan del Fiesta. Uno de ellos golpeó mi parabrisas y lo estrella, entonces me bajó del carro, le digo “oye ¿qué te pasa?” pero ellos no intercambiaron más palabras y se fueron directo a los golpes. Ahí es el primer momento que me muelen a golpes.
Erick continúa platicándome lo que vivió la madrugada del sábado 25 de septiembre, mencionando que unos instantes después, cuando logró ponerse de pie, fue en busca del médico Rencillas, el administrativo de veterinaria y Juan Carlos, un doctor que trabaja ahí en el hospital, pero vuelve a ser interceptado por los mismos agresores, quienes llegan corriendo y gritándole “¿a dónde vas pendejo?” y ahí le dan otra golpiza. Cuando Erick queda de nuevo tendido en el suelo, ellos le dicen que se levante, a lo que él responde que ya no puede, que le duele todo. Solo así, ellos se dieron la media vuelta y lo dejan tirado. En ese momento se aproxima Brandon, lo apoya y lo resguarda en el hospital, en donde se da cuenta que ya no tiene su teléfono celular ni las llaves de su coche.
Plácido aun no comprende por qué no lo querían dejar ir, ni tampoco por qué querían que nadie lo viera.
En ese hospital, que está al interior de las instalaciones universitarias, permaneció alrededor de 40 minutos. Es en ese tiempo que las alumnas contactan vía telefónica a la profesora Susana quien es la administrativa de Agrícolas.
Cuando recupera un poco de fuerza, Plácido se traslada a la casa del del Dr. Rencillas, en dónde toca con desesperación. Ahí llega la académica Susana quien le refiere que Vázquez, Valora y sus acompañantes ya se habían retirado, pero que una patrulla de la UAEM había llegado. Luego identificó que los que venían en ella eran Tinoco, Giovanni y Alberto. A ellos les pregunta sobre su teléfono y sus llaves, pero recibe una respuesta déspota y prepotente en la que le dicen que no saben nada.
Susana es quien le ofrece llevarlo a su casa, para no arriesgarlo a que lo vuelvan a agredir, “yo me encargo de llevarte a tu casa ya no quiero que estés aquí, ya no quiero que te sigan golpeando”, fueron las palabras que recuerda le expresó la académica.
Respecto a la versión que refería que estaba ingiriendo bebidas alcohólicas en compañía de Emeterio y las estudiantes, comentó que no es así, ya que cuenta con los documentos del ISSEMyM y los del médico legista, en los que quedó registro de que no presentaba signos ni síntomas de intoxicación alcohólica o por enervantes.
El documento Registro de Atención Médica de Urgencias del ISSEMyM lo reportó como policontundido, presentando lesión mayor en ojo derecho y cefalea.
Reconoce que traía unas latas de cerveza de un día antes al interior de su automóvil, resaltando que el vehículo es de su propiedad. Después expresa, “No me explico algunas otras cosas que según ellos dicen que yo traía, la cuestión que me parece que dicen que de drogas, que después de que se fueron regresaron a manipular mi auto”.
Respecto a la participación de Emeterio, el otro elemento de Seguridad Universitaria que lo acompañaba, mencionó que a él también le habían robado sus pertenencias y lo golpearon.
El único acercamiento que ha tenido la UAEM con Erick fue para pedirle su declaración, citándolo e las instalaciones de Ciudad Universitaria, casi en presencia de uno de los que lo agredieron, pues estaba en la puerta de entrada a la oficina director de Seguridad Institucional. Subrayó que más allá de eso, ni de la oficina del Abogado General ni el Secretario de Rectoría le han llamado para conocer su estado de salud.
Mientras veía las imágenes que Erick me envió de su apariencia el día de las agresiones le pregunté sobre el protocolo que siguieron los elementos de Seguridad Institucional de la UAEM en su contra. A lo que respondió que, aunque se estuviera cometiendo un ilícito, esa no es una forma de actuar, “me tendrían que haber entregado a las autoridades ¿no? yo fui policía, sé lo que es este ser primer respondiente, y bueno, pues en esta ocasión no se aplicó. La fuerza desmedida con la que actuaron, me indica que esas personas no estaban ni conscientes de lo que hacían. Ahí, quien pudo haber tenido un poquito de entendimiento era el licenciado Valora (secretario particular del director de Seguridad y Protección Universitaria), que vio todo y no hizo nada”, apunto.
Recuerda que la compañera del acceso principal comentó que cuando llegó a ver qué estaba pasando, el licenciado Valora le dijo «no te metas en pedos mija, regrésate a tu caseta». Luego me cuenta que, cuando la misma compañera cuestionaba por qué estaban actuando así contra sus compañeros la respuesta que obtuvo fue “es que yo no sabía quién era, yo pensé que era un alumno”. Se imagina, si dice “pensé que era un alumno y pues ¿a los alumnos también los va a golpear así?” comentó Erick.
Aclaró que por cuestiones de la denuncia que interpuso por lesiones, daño a bienes y robo, su auto continúo en las instalaciones de la UAEM Campus Cerrillo hasta el día dos de octubre. Señaló que también 120 pesos que traía en su portavasos y una identificación oficial se las robaron.
“Dos personas que iban con Vázquez aún no sé quiénes son, no sé si eran guardias institucionales o no lo eran, uno de ellos iba encapuchado ¿se imagina?” comentó Erick.
Otra cosa que le llamó mucho la atención a Plácido, fue que Vázquez y Valora hayan llegado en un vehículo particular e ingresando gente desconocida, que hasta el día de hoy la UAEM no ha aclarado quienes eran y la relación que tienen con dicha institución educativa. Además, aclaró que las supervisiones siempre se realizan utilizando patrullas institucionales y no autos diferentes.
Al cuestionarle ¿Por qué salir a comprar cena a esas horas en compañía de alumnas? reconoció que fue inadecuado haber hecho eso, pero señaló que eso no justificaba las agresiones que recibieron. «La conducta con la que llegaron fue completamente agresiva. Hay dos formas de manejo, la ofensiva y la defensiva, yo iba manejando de forma defensiva, es decir despacio, cuando ellos empiezan a perseguirme, vienen de forma agresiva, se cierran delante de mi carro, descienden y le pegan a mi cristal. Es una conducta completamente agresiva. No van a dialogar, empiezan a golpear, no alcancé a percibir olores, ni a ver sus ojos, caí inmediatamente al suelo, de ahí no me percató si venían mal», concluyó.
Comments 2