Mediante un video publicado en redes sociales, la ex presidenta del #DIF Viridiana Rodríguez, también ex esposa del actual alcalde de Toluca, #RaymundoMartinez, realizó una denuncia pública por lo que ella identifica como delitos de secuestro y violencia familiar.
Menciona que, tras ocho meses de padecer constante acoso e intimidación provenientes del titular del Ayuntamiento, quien valiéndose de su jerarquía ha utilizado la estructura policial contra ella y su familia. Mencionó que sus dichos están respaldados por pruebas certificadas por autoridades judiciales y que incluso cuenta con un audio en el que se registró a Raymundo teniendo relaciones coitales con la mujer con la que le fue infiel.
Martínez por su parte expresó mediante un comunicado que tales declaraciones son falsas e infundadas, con las cuales se busca crear un clima de hostilidad, «Los señalamientos que hace la maestra en Derecho Procesal Penal sobre mi persona en la publicación, son claramente falsos e infundados y buscan crear un clima de hostilidad, recurriendo a temas estrictamente personales. Precisamente por ello, no voy a entrar en el juego de la mercadería política que daña de manera dolosa a personas e instituciones y que nada tienen que ver en este asunto.«
Aquí la declaración completa de Viridiana Rodríguez:
Mi nombre es Viviana Rodríguez soy expresidenta del DIF Toluca y ex esposa de Raymundo Martínez Carbajal presidente municipal de Toluca.
El propósito de este video es dar a conocer lo que realmente pasó y lo que estoy viviendo, creo que llegó el momento de romper el silencio después de 8 meses de intimidación.
Toda la información que voy a dar a conocer en este video es a base de pruebas, y pruebas certificadas ya por la fiscalía del Estado de México, porque existe un expediente que está parado y que las autoridades no quieren ejecutar.
Me dirijo a ustedes como mujer, como madre, hija, hermana, sobrina, amiga, profesionista, pero jamás como un objeto de posición. mi simbolismo de poder.
Hablo desde el miedo, miedo que tal vez ya perdí y desesperación, desesperación que intentan me invada a través de la intimidación, amenazas y el acoso violento.
Viví 12 años de violencia física, emocional y sexual. Una pesadilla, pero hoy vivo un infierno, infierno que comenzó a arder el 12 de abril, con la detención ilegal de mi padre, detención que se hizo sin una orden de aprehensión, y de cateo y que no ejecutó la fiscalía, sino la policía corrupta del Ayuntamiento de Toluca, sin orden de aprehensión y comandados, por Iván Zepeda director en ese momento del DIF. Allanaron su oficina, lo golpearon y un comando de cerca de 40 policías, incluyendo al comandante Flores Serrano, lo sacaron a la fuerza, lo pasearon y tomaron fotos, fotos que ustedes ya vieron en las noticias. Lo llevaron a las galeras del ayuntamiento donde lo esperaba el director jurídico Rodrigo Alonso Aliado, recibiendo vía telefónica órdenes de Andrés Vergara Mañón coordinador de asesores del presidente municipal. Todo esto ocurría en la oficina de mi padre, mientras el presidente municipal dentro de las instalaciones del DIF despedía a todos los directivos y gente cercana a mi persona sin motivo, ya que lo único que hicimos fue trabajar y ponernos al servicio de las y los toluqueños. Al mismo tiempo vía telefónica acordaba conmigo la liberación de mi padre, como siempre a base de amenazas e intimidación, diciéndome que si no le regresaba sus documentos no lo iba a dejar ir, dándome a entender que le iban a fabricar una carpeta penal, y como lo conozco y sé de sus alcances yo estaba aterrada suplicándole que lo dejara ir. Todo esto se dio por una venganza, por una venganza hacia mi persona, ya que al no tolerar más su manera violenta de tratarme lo dejé en el mes de febrero.
Después de la detención nosotros por supuesto denunciamos todos los delitos que habían cometido en contra de mi padre, entregamos pruebas, videos, audios y documentos que avalan nuestro dicho por violencia familiar, pero cuál fue nuestra sorpresa que el día 5 de mayo, día inhábil, la Fiscalía de Género, la Fiscalía Anticorrupción, ministerios públicos, la nueva directora, la nueva directora del DIF, Marian Díaz Solano, bueno hasta el notario Erick Santín, se apersonaron en mi domicilio para que les firmáramos desistimientos, desistimientos de delitos graves, donde no se puede otorgar perdón, ni puede haber un desistimiento, delitos como secuestro, violencia familiar, allanamiento, daño a propiedad ajena, despojo, abuso de autoridad, abuso de poder, uso indebido de la fuerza pública, y un convenio de confidencialidad. Mi mamá, mi papá y yo tuvimos que firmar un convenio que a todas luces es ilegal, pero ante el miedo que sentía en ese momento firme y convencí a mis padres de que también lo hicieran, con la promesa de que nos iban a dejar en paz. En ese convenio se estipula que no podemos hablar del presidente municipal por 15 años y si lo hiciéramos tendríamos que pagarle 15 millones de pesos, que no podemos ejercer acción legal en su contra, ni de su equipo, ni a su amante, con la que me engañó siete años y con quién tengo un audio donde está teniendo sexo con ella en su oficina puedo nombrar. O sea, este convenio en pocas palabras lo que dice es “te humillo, te dejo, te ninguneo, te maltrato de lacero, maltrato a tu familia, a tu padre, te soy infiel, te violento física, sexual y emocionalmente, pero tú me vas a guardar el secreto y si no lo haces vas a tener que pagarlo”.
Es lamentable que a estas alturas nos sigamos encontrando con un sistema tan corrupto donde la mujer debe gritar para ser escuchada, ser tratada con igualdad equidad, respeto, pero sobre todo vivir en libertad en paz y tranquila.
Al no haber una respuesta por las instituciones responsables de brindarnos la seguridad y protección que necesitamos, las mujeres víctimas de estos agresores, algunas como yo propensas a feminicidio. Insisto, no lo digo yo, lo dice un especialista de la Fiscalía de Género del Estado de México, y sé que habló a nombre de muchas mujeres en esta misma situación, donde la comisionada de derechos humanos del Estado me ignoró todo el tiempo, donde la fiscal de género, vio la manera de apoyar a este agresor, donde el fiscal general, por su amistad, al igual que el vice fiscal, siguen protegiendo a este delincuente, embriagado de poder y dinero. Incluyo también Elena, fiscal regional de Toluca, quien me citó a efecto de insistir en entregarle más pruebas, sabiendo que mi vida en ese momento ya corría peligro. Prometió que lo iban a detener llegando la nueva gobernadora, pero que entregara todo y todas las pruebas que tuviera. Creo que toda esa información ha sido vendida y por eso esa carpeta está detenida, pues Elena ahora se esconde de mí, de mi abogado, no da respuesta sobre qué va a suceder, subrogándose al dicho de que Marín Cervantes y la misma gobernadora no han autorizado a hacer justicia, porque lamentablemente en México mi país al pedir justicia parece que estamos pidiendo un favor, y dependiendo de quién sea el agresor autorizan o no hacer justicia.
Después de todo esto, que ya es digno de una narco serie, me siguió molestando vía WhatsApp, con mensajes, ofensas y amenazas, humillaciones y fotografías donde me seguían a todos lados, una balacera en contra de mis padres, rayando la fachada de su casa el día de mi cumpleaños, policías de Toluca siguiéndome a donde fuera y sacándome fotos, burlándose y después enviándomelas para intimidar y generar terror en mi persona, apedreándome los semáforos, poniendo ácido en mis llantas, echando cloro y azúcar en los tanques de gasolina de mis camionetas, afuera de la escuela de mi hijo y de sus clases de natación. Una persecución que yo en mi vida me habría imaginado que sería capaz de hacer, pues soy la mamá de su hijo más pequeño.
Hoy estando en otro lugar, sola, con mi hijo, en espera de la seguridad que el Estado de México no me quiere brindar, hago responsable a Raymundo Martínez Carbajal y Andrés Vergara Mañón, así como a todo su equipo más cercano a Glaed directora de seguridad, que gracias a interponerse al desarrollo de las carpetas de Raymundo y sus secuaces fue como se ganó el puesto que hoy ocupa. Y a los policías de Toluca que me han seguido estos ocho meses que me han estado molestando, si algo le llegara a pasar a mi papá, a mi mamá o a mi hermano, los hago responsables directamente a ellos.
Si algo le llega a pasar a mis familiares como tíos, primos, a mi abuelo, porque tengo familia en Tijuana a la que ahora ya están persiguiendo. Si algo le pasa a mi abogado, a quien ya amenazaron. La fiscalía lo sabe y no ha hecho nada, hago responsable a Raymundo Martínez Carbajal y al principal operador de sus fechorías Andrés Vergara Mañón.
Hoy solo deseo salir a caminar segura con mi hijo, vivir en paz y dejar de preocuparme por ¿qué sigue?, ahora ¿qué se le va a ocurrir? ¿a quién va a molestar? o ¿con quién se va a meter para seguirme intimidando y poniendo el pie en el cuello?
Exijo a la gobernadora que tome cartas en el asunto, ya que se negó a escucharme de viva voz y cuando llegó a la administración me quitaron la seguridad que a consecuencia de la balacera que sufrieron los padres me tuvieron que otorgar, dejándome más vulnerable, solo con un botón de pánico, que por cierto no sirve para nada.
Exijo al fiscal Cervantes, al vice fiscal Marín, le muestren a la gobernadora, a la maestra Delfina, el expediente completo que tienen oculto en la fiscalía, en la fiscalía regional de Toluca, en la mesa ocho, si es que la gobernadora no lo conoce. Exijo que se lo entreguen, les exijo justicia, porque no estoy pidiendo un favor, he entregado todas las pruebas para que se haga justicia y me dejen vivir en libertad.