La falta de infraestructura en los espacios turísticos, de capacitación e información por parte del personal turístico y las barreras arquitectónicas que tiene cualquier ciudad para transitar o movilizarse, son algunos de los obstáculos a los que se enfrentan las personas con discapacidad en México, dijo el integrante del proyecto altruista “Surfeando Sonrisas”, Daniel Gómez de la Vega, al impartir la conferencia “Turismo para un crecimiento inclusivo” en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
Como parte de una serie de conferencias que organizó la Facultad de Turismo y Gastronomía, en el marco del Día Mundial del Turismo, el joven conferencista -quien es discapacitado motriz-, compartió desde su experiencia los obstáculos a los que se enfrentan las personas con algún tipo de discapacidad para disfrutar de un sitio turístico en México.
Gómez de la Vega indicó que uno de los objetivos que deberían tener los gobiernos es mejorar la movilidad en las playas, ya que aun cuando hay algunas donde el acceso se dificulta al encontrarse en territorio selvático, las de uso popular carecen de infraestructura necesaria para un desplazamiento seguro e inclusivo en sillas de ruedas, muletas, ceguera o personas adultas mayores.
Asimismo, indicó que existen barreras entre el usuario y la clientela, debido a que al solicitar un servicio de entretenimiento, hay empresas que no cuentan con la infraestructura como sillas o equipo especial y el personal tampoco cuenta con la capacitación e información para dar atención a este sector de la sociedad.
Añadió que las barreras arquitectónicas, como falta de rampas, banquetas angostas y sin mantenimiento o edificios con poca accesibilidad son obstáculos a los que se enfrentan las personas con discapacidad con frecuencia.
En ese contexto, lamentó que el sector turístico no voltee a ver a este grupo de la sociedad que suman 21 millones de personas en el país y que pueden representar ganancias económicas, posicionamiento y reconocimiento de marca al ser inclusivo.
“Es un mercado que pide a gritos: quiero salir, quiero viajar, quiero consumir, quiero transportarme en camiones y aviones que sean accesibles, quiero parques acuáticos que me quiero divertir y puedo hacerlo”, externó.
Finalmente, el ponente agregó que la accesibilidad universal es la condición que deben de cumplir los entornos como los procesos, bienes, servicios, así como los objetos, instrumentos, herramientas y dispositivos para ser comprensibles, útiles y prácticos para todas las personas.